1- Grupos humanos
Formar un buen grupo humano es siempre un objetivo primario. Tenerlo no asegura el éxito, pero no tenerlo sí asegura el fracaso. Sobre todo en el rugby, donde la sinergia entre las partes de un equipo influye más en el desempeño de un equipo que en otros deportes. Los tres staffs técnicos “naranjas” hicieron mucho hincapie en ese aspecto.
2- Paridad de rendimientos
Para los tres staff técnicos fue difícil realizar el corte definitivo, ya que tuvieron que hilar fino y dejar fuera de las listas a jugadores y jugadoras importantes en lo rugbístico y en lo grupal. Ese nivel parejo le permitió a los equipos “naranjas” sostener el nivel al margen de quién entraba y quién salía. Eso fue una ventaja, sobre todo en los segundos tiempos.
3- Corazón
Para vestir de naranja no alcanza con jugar bien: también es indispensable ese plus que sale del corazón para defender o para ir al frente cuando las piernas ya no responden. Con él es que las Naranjas superaron un difícil choque contra Misiones y que Tucumán 7’s dio vuelta la semi contra Córdoba y la final ante Uruguay, que parecían perdidas.
4- Individualidades
Por muy aceitado que esté un sistema de juego, existen momentos del juego que sólo se pueden resolver con arrestos individuales. Por eso es tan importante el trabajo sobre la toma de decisiones: para saber cuándo conviene apegarse al libreto y cuándo salirse de él. En acciones como el try de Agustín Cortés, no hay sistema que valga. Es el jugador.
5 títulos de seven ganó Tucumán en Paraná en tres años: dos masculinos, dos en femenino mayor y uno en femenino juvenil.
5- Defensa
Eso de que las defensas ganan campeonatos es un precepto que los equipos “naranjas” tienen bien asimilado. Los tres seleccionados tucumanos campeones se apoyaron en su solidez defensiva, pero las Naranjitas en particular lo llevaron a otro nivel: cero tantos en contra en todo el torneo. A favor, marcaron 186. Un registro histórico difícil de superar.
6- Experiencia y revelaciones
Tener líderes positivos también es un aspecto fundamental. Las Naranjas tuvieron a Rita Cazorla, las Naranjitas a Azul Medina y los Naranjas a Isaías Montoya. Los seleccionados mayores particularmente se apoyaron en el aplomo de sus piezas más experimentadas y lo complementaron con la frescura de los que jugaron su primer Seven de la República.
7- Trabajo físico
Lucas Bustos (equipos femeninos) y Marco Rodríguez (masculino) tuvieron a su cargo el desafío de preparar físicamente a Tucumán para afrontar un torneo de mucha intensidad. El staff de los Naranjas acertó en darle descanso al plantel (desgastado tras un año muy cargado) el fin de semana previo al torneo, en lugar de seguir puliendo detalles técnicos.
8- El detrás de escena
Para que los que entran a a la cancha puedan enfocarse sólo en jugar, es necesario que alguien se ocupe de lo demás. Para eso están los managers, lo que se encargan de a los protagonistas no les falte nada. Son Fernando Adad (Femenino Mayor), Camila Guardia (Femenino Juvenil), Pablo Pérez Toranzos y Leandro Chaile (Tucumán 7).